Y VOLVIMOS DE LA GRAN SORPRESA

¡Hola a todos los corazones rosas!

Ya tuvimos la gran sorpresa. os la contaré desde el principio.

Todo comenzó el jueves. Fuímos hasta Sevilla y allí me encontré con la primera sorpresa: nos montamos en un avión. Me lo pasé muy bien, y como iba en la ventana vi como nos elevabamos, como ibamos por encima de las nubes... fue muy emocionante. Además las azafatas nos dieron a Paloma y a mí unas pizarras para pintar. Pero no veais los mareos que entran cuando despega y aterriza y además se te taponan los oíodos, por lo quer mis papis nos dieron chuches para tragar saliva y que se nos desentaponaran. El piloto dijo que habíamos llegado a... bueno luego lo sabreis.

Al llegar al aeropuerto nos recogió un señor muy gracioso; como en nuestro grupo había muchos niños nos preguntó si sabíamos adonde ibamos, y todos lo sabían menos Palo, Jesús y yo, así que no nos dijo nada. Nos montamos en un autobús, y como yo era la única niña grande que no sabía adonde ibamos, el conductor y la guía dijeron que me sentara yo delante para que viera adonde ibamos. El viaje fue un poco largo, hasta que de repente empezamos a ver a lo lejos algo; cuando yo lo vi me quede boquiabierta. Os pondré una foto del sitio adonde fuimos.

¿Lo habeis reconocido? ¡Sí! Disneyland Resort Paris.

Hemos estado hasta ayer lunes, y nos lo hemos pasado increiblemente bien. Es la mayor sorpresa que me he llevado en mi vida. Pero todo lo que pasó os lo seguiré contando mañana.